Kennedy (Kenn) Gondwe nació en una familia pagana de 11 hijos en la que su padre tenía tres esposas. Creció odiando todo sobre el cristianismo después de haber sido enseñado que era una religión de hombres blancos. Pero Dios hizo un gran milagro en su vida, y llegó a la fe salvadora en su Señor y Salvador Jesús.

Kenn se convirtió en cristiano a través de la predicación del evangelio mientras estaba en la escuela secundaria. A diferencia de muchos que llegan a la fe por el temor al infierno, este predicador le mostró por qué necesitaba a Cristo Jesús como su Salvador. El himno famoso de Newton: «Sublime gracia del Señor que a un infeliz salvó, perdido y ciego fui, mas él me hizo ver», se convirtió en su canción tema desde que nació de nuevo.

Kenn asistió a la Universidad Bíblica Africana en Uganda y luego, por la provisión de Dios, se graduó en el Seminario Westminster en California. Muchos de los amigos de Kenn optaron por quedarse en los Estados Unidos, pero Kenn sintió el llamado de Dios a regresar a su pueblo en África. Solo una semana después de su graduación, Kenn estaba de vuelta en casa, decidido a compartir el evangelio de Jesucristo en el campo misionero muy desafiante del que provenía.

El trabajo de Kenn involucra tres aspectos principales. En primer lugar, está muy activo en diversas universidades de Malawi, Zambia, Zimbabue y Botsuana. Este trabajo implica aclarar y defender el evangelio contra una gran cantidad de evangelios falsos comunes en las escuelas africanas. Kenn está luchando por las almas de los estudiantes que son el futuro del continente.

En segundo lugar, Kenn se está asociando con colegios teológicos e instituciones para capacitar a ministros del evangelio. En estas instituciones, está enseñando apologética para equipar a sus estudiantes para que puedan defender su fe en Cristo y servir mejor en el campo misionero. Desde 2018, Kenn ha enseñado en la Universidad Bautista de África Central en Kitwe, Zambia, en Covenant College en Petauke, Zambia y en el Instituto Logos en Lilongwe, Malawi.
La otra actividad principal de Kenn ha sido llevar a cabo seminarios para pastores en los países mencionados anteriormente.

Recientemente, estuvo en Botsuana enseñando en las ciudades de Ghanzi, Mauni y Gaborone. En Malawi, realiza seminarios anuales en Lilongwe y Blantyre, y realizó su primer seminario en Mzuzu durante el año pasado al que asistieron más de 100 pastores y ancianos.

Kenn ha sufrido mucho para servir al Señor durante los últimos cuatro años. Ha sobrevivido al Covid tres veces, malaria, asma severa y otras enfermedades. Además de los desafíos físicos, también ha enfrentado dificultades con las diferencias culturales. Las tensiones tribales a veces pueden ser peores que el racismo. Es especialmente difícil ministrar a ciertos grupos étnicos si uno no puede hablar su idioma. Dios le ha dado sabiduría para enfrentar este tipo de desafíos. Otro gran desafío que Kenn ha enfrentado es la extrema pobreza. Regularmente sirve en comunidades muy pobres donde las personas solo pueden permitirse comer una vez al día, lo que lleva a la desnutrición y al retraso en el crecimiento de los niños. Las religiones falsas han explotado esta debilidad, donando alimentos y ropa y, a cambio, estas comunidades están aún más sometidas a la esclavitud del pecado. El Islam ha explotado enormemente esta debilidad. La oración de Kenn es que el Señor envíe recursos para ayudar a alcanzar a estas comunidades para Cristo. «Cristo Jesús fue el más grande de todos los misioneros, y a través de su encarnación, Él ha allanado el camino para nosotros. Salimos con confianza sabiendo que la Palabra de Dios no volverá vacía.» (Isaías 55:11).